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¿A las puertas de una nueva «Gran Coalición»?

Las elecciones celebradas en el día de hoy en Alemania, han dado una victoria histórica a Merkel y a la CDU/CSU, a la vez que deja la puerta abierta, a una reedición de la «Gran Coalición» de 2005.

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La CDU/CSU de Angela Merkel, se ha quedado a un paso de la mayoría absoluta en el Bundestag, al obtener un resultado sin precedentes en la historia reciente de Alemania, teniéndonos que remontar hasta 1957, cuando Konrad Adenauer, también de la CDU, logró la mayoría absoluta. Merkel no solo gana, sino que además es la única jefa de gobierno europea, a la que no le afecta la crisis económico-financiera, logrando así su tercera victoria y su tercer mandato.

La Unión Demócrata Cristiana, juntos a sus socios bávaros de la CSU, han cosechado el 42% de los votos, lo que les reporta una subida de ocho puntos, respecto a las elecciones de 2009. Mientras, los socialdemócratas del SPD, han obtenido un 25,6%, subiendo en dos puntos y medio su apoyo electoral en estos cuatro años. Cabía esperar que el SPD mejorase su resultado de 2009, pues era este un mínimo histórico, pero pese a todo, no alcanza el 28% que muchos sondeos le otorgaban esta misma semana.

Los grandes derrotados de la noche, también dentro de lo esperado, han sido los liberales del FDP, que se han quedado a las puertas de entrar en el Reichstag, con un 4,8% no alcanzando así la barrera electoral del 5%. Por primera desde 1949, los actuales socios de gobierno de Merkel, que durante décadas fueron clave en la política alemana, decantando el gobierno a favor de socialdemócratas o democristianos, quedan fuera del Bundestag, después de perder casi diez puntos en comparación con 2009.

Por su parte,  los Verdes sufren un severo descenso, quedándose en 8,2%, mientras que «La Izquierda» (Die Linke) consigue el 8,3% de los votos emitidos, convirtiéndose así en la tercera fuerza política del país, pese a descender un 3%. Los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AFP), han rozado la hazaña de entrar en el Bundestag, al lograr el 4,7% de los votos. El Partido Pirata tampoco obtiene representación.

Con este resultado, el escenario que cabe esperar, es el de la reedición de una nueva «Gran Coalición» entre la CDU y el SPD, originada por primera vez en 1966. El candidato socialdemócrata Steinbrück, quien fuera ministro de finanzas en 2005, precisamente con Merkel, ya adelanto que no formaría parte de un nuevo gobierno de coalición, ello no quita que su partido, al cual ya ha puesto a disposición su cargo, si lo haga. Así mismo, la desideologización sufrida por los dos grandes partidos, hace que las diferencias entre ambos, sean mas minúsculas de lo que en un principio se podría pensar. En contra juega, el interés que la CSU pueda tener en evitar una gran coalición después de haber conseguido hace una semana la recuperación de la mayoría absoluta en Baviera, aunque parece poco probable que tengan capacidad de influir.

Hay que tener presente, que la tradición en Alemania es la de gobiernos de coalición, así lo ha sido siempre, por lo que un gobierno en minoría queda totalmente descartado. Por otra parte, habrá que esperar a ver si al SPD le interesa formar coalición con la CDU, su principal competidor por el gobierno, lo que les llevaría a ser el socio menor, con todo lo que ello conlleva, y además, los dejaría en una cámara sin liberales, solo con una oposición de izquierdas representada por los Verdes y Die Linke. El otro escenario posible, una alianza entre la CDU-Verdes que ya ha existido en los Länder de Hamburgo y Sarre. Como punto de encuentro, estaría la negativa de Merkel a la energía nuclear tras el desastre de Fukushima, que en cierta forma, ha venido a acabar con el monopolio en este asunto de los Verdes, con las consecuencias negativas que ha tenido para ellos en términos electorales. Además, el líder ecologista, ya ha adelantado que ve escasas posibilidades de que esta coalición se produzca.

Queda también descartado un tripartido entre SPD-Verdes-Die Linke, pese a que el resultado obtenido por los tres logra alcanzar al de la CDU de Merkel en escaños, la socialdemocracia alemana no esta por la labor de pactar con Die Linke, a los que consideran «no preparados para gobernar», sin olvidarnos claro está, de las connotaciones particulares que supone la existencia de este partido en Alemania, el cual es imposible de comparar con otros fenómenos en el resto de Europa, debido en parte, al recuerdo, aun demasiado presente que se tiene  de la extinta RDA, siendo precisamente en su territorio donde cosecha la mayor parte de los votos «La Izquierda». Lo destacable aquí, son las reticencias que despierta en el resto de partidos, precisamente por ser herederos de los excomunistas del este, los que les lleva a no ser en realidad plenamente aceptados en el juego democrático por el resto de fuerzas políticas.

En definitiva, nuevos socios de gobierno y nuevo sistema de partidos, electoralmente hablando. Merkel ha vuelto a triunfar, pero la ausencia de los liberales del Bundestag, le hace necesario buscar nuevos aliados, apuntando todo ello a la reedición del acuerdo de gobierno con el SPD, del que ella misma fue protagonista en 2005. Por su parte, la ausencia de los liberales por primera vez desde 1949 y el ascenso de Die Linke en tercera fuerza política, quienes han sabido vender el resultado como un gran triunfo desde primera hora de la tarde, hace dibujar todo ello un panorama insólito en el Parlamento alemán.

Intervenciones tras conocerse los primeros resultados:


Actualización:

En esta ocasión el Bundestag contará con 630 escaños, cabe recordar que dadas las características del sistema electoral alemán, este carece de un número fijo de diputados. Se repartirían de la siguiente forma: CDU-CSU: 311. SPD: 192. Die Linke: 64. Los Verdes: 63. Según esa estimación, la mayoría absoluta estaría en 316 escaños.

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