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Ciudadanos: un partido para la clase alta urbana

Ciudadanos sube como la espuma, en los últimos meses no hay sondeo que no lo evidencie, ya se han consolidado como cuarta fuerza política por delante de IU y UPyD, y se da por segura su irrupción en las próximas elecciones andaluzas de marzo. Ciudadanos se presenta como la tercera vía liberal que nunca cuajó en España, a la vez que intentan dar viabilidad a un discurso que supera el eje izquierda-derecha para ser capaces así de captar más votantes.

Lo significativo del auge de Ciudadanos es como está creciendo a costa del centro político, y especialmente del centro-derecha, convirtiéndose de esta forma en el refugio de los votantes del PP, que decepcionados con las políticas de recortes del gobierno, así como con el presidente Rajoy, y la corrupción que les rodea, son votantes que jamás votarían a Podemos, ni tampoco al PSOE (o que no volverían a votarlo) y que ven como una opción viable a Ciudadanos.

Resulta destacable como un partido de corte socioliberal, que nació “por el vacío de representación que existía en el espacio electoral de centro-izquierda no nacionalista” de Cataluña, le esté disputando el espacio liberal y del centro-derecha al Partido Popular, quien hasta este momento ha sido hegemónico en el mismo. Esto se debe en parte a la crisis política y económica, el votante de Ciudadanos no se ve en principio afectado directamente por la crisis, pero si siente descontento con la actual situación, a la vez que demanda reformas de regeneración democrática. Estamos ante un votante de centro-derecha (los apoyos de Ciudadanos por su autoubicación ideológica se sitúan en el centro político, desde el 4 hasta el 6 en una escala de 10, con un gran pico en el 5) que se aleja de la derecha española más clásica y conservadora que sigue fiel al PP, y que a su vez se ve necesitado de un nuevo partido político que no sea rupturista.

Si observamos el gráfico de los apoyos por estatus socioeconómico, vemos como hay dos sectores que simpatizan claramente más que el resto con Ciudadanos, incluso los duplica, que son la clase alta-media alta, y las nuevas clases medias. Ciudadanos tiene graves dificultades para captar el voto de obreros, tanto cualificados como no cualificados, así como de las viejas clases medias, especialmente alineadas con el Partido Popular y que se identifican con esa derecha más tradicional y conservadora que ya hemos mencionado.

Por tamaño del municipio, vemos como Ciudadanos recoge principalmente sus apoyos en las ciudades con una población superior a 400.000 habitantes.

El votante/simpatizante de Ciudadanos se caracteriza principalmente por tener estudios universitarios, así como estar en una franja de edad entre los 25 y 54 años y ser mayoritariamente masculino (duplica al voto femenino). Así tenemos un votante treintañero o de mediana edad, que vive en una ciudad grande (más de 400.000 habitantes) y que tiene estudios universitarios y empleo (son trabajadores semicualificados del sector servicios, profesionales y técnicos, y empresarios y altos cargos, o estudiantes). Al mismo tiempo, el 38% de su electorado procede del Partido Popular, y un 20,4% de la abstención.

Existe cierta sensación de que Ciudadanos ha desperdiciado tiempo por falta de ambición, tardando excesivamente en dar el salto a nivel nacional, quizás por sus amagos frustrados en el pasado, y en las negociaciones fracasadas de antemano con UPyD. Además deben terminar de quitarse la imagen de ser un partido catalán, pese a los intentos del PP por impedirlo, y articular un discurso ganador, cuestión esta última que parece estar floreciendo en el último mes.

Parece poco probable que Ciudadanos sea capaz de competir directamente con el PP a nivel nacional, pese a la espectacular subida que están protagonizando. Debemos tener en cuenta que, si exceptuamos las circunscripciones grandes como Madrid y Barcelona, en las pequeñas, el sesgo que actualmente posee el sistema electoral español provoca serias dificultades a la hora de ser capaces de implantar en estas circunscripciones electorales nuevas formaciones de centro-derecha, debido en parte a la magnitud del distrito electoral. Parece evidente entonces que el porcentaje que ahora mismo se les estima, estaría muy lejos de convertirse en un número significante de escaños en el Congreso de los Diputados, más allá de alrededor de 20 escaños.

Está por ver cuánto es capaz de crecer a partir de ahí Ciudadanos, quizás dar sensación de éxito en las próximas elecciones, sin ser ganador, como ya le pasó a Podemos en las europeas, les ayude en un plazo medio. Por otra parte el PP frente a Podemos tiene una táctica clara, el miedo, para así captar a sus propios votantes que ahora mismo están en la abstención, pero si esos votantes se van a otro partido, en este caso Ciudadanos, y que supone en lugar de la ruptura política la reforma desde el propio sistema, esa estrategia del Partido Popular ya no tendría validez para frenar a los de Albert Rivera. Los votantes que Ciudadanos le arrebatará al PP en el centro político y en las grandes ciudades pueden ser decisivos, tanto que la táctica del gurú Arriola de dividir a la izquierda fomentando a Podemos se puede ir al traste, provocando así que el PP no logre ser la primera fuerza política del parlamento.

Nota: Todos los gráficos se han realizado usando la variante “voto+simpatía” del Barómetro realizado por el CIS en enero de 2015.

Artículo publicado en Asturias24.