El 39 Congreso del PSOE celebrado el pasado mes junio sentó las bases del cambio de modelo de partido tras los plenos poderes otorgados a Pedro Sánchez en las primarias, que trajeron consigo su capacidad para imponer y sacar adelante sus propuestas políticas y orgánicas, que ahora el reglamento, que este fin de semana aprobará el Comité Federal, llevará a la práctica.
El Comité Federal se queda sin relevancia política
Lo que resulta clave en ese cambio de modelo de partido es el blindaje que se hace del secretario general y que convierte al PSOE en un partido presidencialista de facto. Así, el secretario general ya no pertenece a un órgano colegiado, como era la Comisión Ejecutiva Federal, ésta no solamente es elegida ya a propuesta del secretario general en los congresos, sino que además, la dimisión de ella al completo, de darse, no será motivo para que el secretario general cese en su puesto. También se diluye el papel del Comité Federal como órgano de contrapeso, al perder su capacidad para destituir al secretario general, capacidad que pasa a los militantes, es decir al mismo cuerpo electoral que vota en su elección, por lo que se dibuja un partido donde entre el secretario general y las bases, no existen órganos con capacidad de control suficiente. Tampoco tendrá capacidad para decidir sobre pactos de gobierno ni convocar consultas a las bases.
Detrás de la retórica de participación de la militancia utilizada por una parte de las élites políticas del PSOE en su particular pugna por el poder interno, las cuales para alcanzarlo abanderaron ese sentir de mayor participación necesaria, existe detrás de eso la implantación de un modelo de partido presidencialista que da un paso más hacia el hiperliderazgo de Sánchez, aprovechando la coyuntura actual y también las dinámicas de liderazgos carismáticos en las que se encuentran las sociedades actuales.
Primarias: doble vuelta y reducción de avales
Entre esas propuestas están los cambios relativos al funcionamiento interno del partido entre las que se incluye la doble vuelta para las elecciones primarias, que serán abiertas para elegir al candidato a presidente del Gobierno y abiertas o cerradas a militantes para el resto, según la propuesta de la dirección. Pasarán a la segunda votación los dos más votados, a no ser que uno de ellos consiga más del 50% de los votos. Los avales descienden a un nivel simbólico: 1% de las firmas para candidatos federales, 2% para autonómicos y 5% para los locales. A su vez se establece un máximo para impedir la acumulación de recogida de estas firmas. Se añade, también, que los aspirantes que ocupen cargos orgánicos serán suspendidos temporalmente de sus funciones. Por ejemplo, en el caso de Susana Díaz en 2016, de haberse presentado con estas normas, tendría que haber dejado de ser líder de los socialistas andaluces de forma temporal. Se estable a su vez, que una comisión de primarias controlada por Ferraz, pero con miembros de las candidaturas, dirigirá el proceso, y será obligatorio la celebración, al menos, de un debate. Los independientes tendrán posibilidad de presentarse para ser candidatos a las presidencias de Gobiernos. Los candidatos podrán ser rectificados por la Ejecutiva Federal.
Las primarias abiertas, es decir, aquellas donde también los simpatizantes pueden votar, quedan limitadas a la elección del candidato a la presidencia del Gobierno, aunque podrán participar en la elección del cabeza de lista en las autonómicas y municipales a partir de 50.000 habitantes sólo si los órganos del partido lo deciden.
Hasta ahora, en los territorios que contaban con presidente socialista, no se celebraban primarias si el líder del ejecutivo repetía como candidato. Ahora, podrán celebrarse si lo acuerda el comité autonómico respectivo o lo solicita el 40% de la militancia de dicha Comunidad Autónoma. Además, Ferraz puede forzar a los presidentes y alcaldes a que abran sus primarias a los simpatizantes.
Limitación de mandatos a 12 años con excepciones
La limitación de mandatos del PSOE queda establecida para cargos orgánicos e institucionales en tres mandatos consecutivos, es decir, 12 años. La limitación no es tenida en cuenta para presidentes del Gobierno, de CCAA o alcaldes. Así mismo, una persona no podrá estar a la vez en dos ejecutivas de niveles diferentes, ni en dos comités. Los afiliados directos tendrán los mismos derechos que los tradicionales.
Plebiscitos para pactos de gobiernos e investiduras
El reglamento estipula dos consultas obligatorias y vinculantes a la militancia: la primera para ratificar los acuerdos de Gobierno a todos los niveles (nacional, autonómico o municipal) en los que participe el PSOE y para dar la investidura a otro partido. No se establece una participación mínima para su validez.
Ferraz también se reserva la potestad de celebrar una consulta a la militancia en un determinado ámbito territorial cuando el asunto no suponga una consulta obligatoria pero tenga relevancia política. Los barones pueden convocar consultas en sus federaciones pero siempre con el visto bueno de Ferraz, que tendrá la última palabra sobre la pregunta de la consulta que se vaya a realizar y que siempre tendrá que ser respondida con un sí o un no.
Código de redes
Se añade a el Código Ético ya existente un Código de Redes Sociales. Su incumplimiento podrá llegar a ser sancionado con la expulsión del partido. Se prohíbe a los cargos públicos y orgánicos borrar o bloquear contenidos y a otros usuarios que ejercen su derecho a la crítica.
Artículo publicado en Debate21.es