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8M: Un desborde para la historia

El movimiento feminista en España ha logrado que el 8 de marzo de 2018 pase a la historia como la fecha de un impulso decisivo en su causa. Lo ha hecho protagonizando una jornada de movilizaciones, acciones y presencia en las calles que marca ya un antes y un después en la agenda política de este país de cara a los próximos meses. Millones de mujeres han protagonizado, de norte a sur, una jornada cuyo alcance internacional en un día como el 8M ha estado presente.

En Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Zaragoza, Coruña, Gijón, Toledo y en otras muchas ciudades hasta completar un total de 60, vivieron pasadas las siete de la tarde, unas manifestaciones multitudinarias como las que no se veían desde hace décadas. Las mujeres han logrado y hecho posible el desborde generado durante todo el día de ayer.

Los cuatro ejes sobre los que se han construido las reivindicaciones de la huelga del 8 de marzo, (laboral, consumo, estudiantil y de cuidados) meten de lleno nuevos factores que van a ser determinantes en la movilización social. Las manifestaciones también han evidenciado la falta de visión política y conexión con los movimientos sociales de los dos sindicatos mayoritarios, CC.OO. y UGT, que no tuvieron la valentía suficiente como para apoyar la huelga general de 24 horas de las mujeres y que optaron, ante el recelo que les provoca un movimiento que no controlan y en el que no son protagonistas, por una posición enmarcada en un paro parcial de dos horas, el cual a muchas de sus militantes les supo a poco. En ese error histórico, también ha estado presente el PSOE, con los mismos problemas y con la misma posición. También Ciudadanos sumándose a última hora a las manifestaciones después de atacar con dureza la huelga y las protestas evidencia la desconfianza y el temor con el que los de Albert Rivera veían la jornada de ayer.

Uno de los muchos éxitos de este 8 de marzo que pone de relieve el triunfo cultural que ha logrado se ha visibilizado en los medios, en los cuales, hasta la prensa conservadora, han asumido por completo lo que estaba ocurriendo y la justicia de las reivindicaciones que ayer estuvieron presentes en todo el país. Precisamente, el impacto en los medios de comunicación quedó de relieve gracias a la huelga llevada a cabo por las periodistas de decenas de medios de comunicación, que días antes se habían autoorganizado a través del manifiesto #LasPeriodistasParamos, en el que un grupo de más de 8.000 profesionales conseguían parar los periódicos, televisiones y radios de este país, entre las que se encontraban las caras más visibles y con mayor protagonismo a diario. A su vez, la prensa, sin importar su perfil ideológico, ha dedicado de forma unánime sus portadas al 8M.

El movimiento feminista, a través de un funcionamiento horizontal, ha sido capaz de crear un discurso político transformador que ha logrado, como ya hemos dicho, un triunfo cultural sin precedentes, que le tiene que servir para lograr el fin de la violencia machista y la igualdad en todos los ámbitos. El éxito social de las movilizaciones del 8 de marzo abre ahora una nueva fase en la que el mayor reto será no caer en la desactivación. A su favor estará ser un movimiento intergeneracional, formado por mujeres de todas las edades, y transversal, trabajadoras, precarias, paradas, estudiantes, pensionistas, liberales, anticapitalistas, etc, sin distinción y sin importar la condición. El 8M ha arrinconado al machismo, que hoy se tambalea aunque aún sigue en pie, pero este 8 de marzo de 2018 marca un hito para todas las mujeres que han sido protagonistas del mismo. Ayer quedó claro que si las mujeres paran se para todo y la repercusión de ese grito emitido en todo el territorio del pais hoy resuena en el mundo entero.


Artículo publicado en Debate21.es