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El Máster de Cifuentes: una nefasta estrategia de comunicación

El pasado miércoles tuvo lugar el pleno extraordinario en la Asamblea de Madrid sobre el caso del Máster de Cristina Cifuentes. En este pleno, la presidenta de la Comunidad de Madrid decidió tirar hacia adelante y proseguir con una errática estrategia de comunicación que acabará por hundirla políticamente.

En lugar de establecer una linea de defensa clara, su relato volvió a versar sobre los reproches que se dedicó a repartir a la oposición por haber convocado el pleno, el cual llegó a calificar como un “fraude de ley”. En cambio, no hubo, una vez más, rastro de prueba alguna que la eximiesen de lo que se le acusa, es decir, de tener un título universitario que no ha cursado.

Hace poco más de dos semanas, eldiario.es publicaba en exclusiva que la presidenta de la Comunidad de Madrid había obtenido un Máster en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos I de forma fraudulenta, después de que una funcionaria modificase las notas de una asignatura y de su Trabajo Final de Máster (TFM). Las noticias posteriores revelaron que Cifuentes se había matriculado tres meses fuera de plazo, aprobando asignaturas antes de matricularse, y obteniendo la titulación sin asistir a las clases impartidas, las cuales tenían consideración de presenciales. A todo ello se añade, que no existe rastro alguno de su TFM, que el acta que presentó a los medios hace días es falso, y que la defensa del mismo no se celebró, o al menos, no existe constancia alguna de ello.

En todo este tiempo la estrategia de comunicación de Cifuentes ha adolecido de falta de valentía y transparencia, intentando sin éxito alejarse del foco mediático. La presidente de la Comunidad de Madrid tardó horas en dar explicaciones y cuando lo hizo fue a través de un vídeo colgado en las redes sociales que no ofrecía ninguna evidencia que desmintiesen las acusaciones. Posteriormente llegó la rueda de prensa a través del plasma y desde entonces prácticamente no ha concedido entrevistas. Esta estrategia buscaba dejar pasar la tempestad, pero la contundencia de las pruebas contra ella son de tal calado que eso no ha ocurrido y el escándalo sólo ha hecho más que crecer en repercusión mediática desde entonces.

El goteo de noticias y un parlamento sin mayoría absoluta, hacen de Cifuentes una política en la cuerda floja a punto de caer al precipicio, tras haber entrado en un camino hacia ninguna parte en el que en ningún momento ha controlado el relato ni los tiempos. Sus explicaciones han carecido de fundamentos sólidos y muchas de ellas han sido desmontadas a posterioridad, como el acta del TFM ya mencionado.

La reiteración de las mentiras y las explicaciones sin consistencia han hecho que el caso del Máster de Cifuentes haya adquirido tal repercusión que será el fin de su carrera política. Podría haber optado por asumir los hechos, pero la espiral en la que se ha adentrado sólo tiene un final posible para ella. Así, su estrategia de comunicación ha sido a todas luces errática.


Artículo publicado en Debate21.es