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Eduardo Bayón: «Tenemos que aprender de nuestros errores»

Eduardo Bayón

Cuando Madrid se derretía bajo el sol, Eduardo Bayón hablaba de ciudadanía en la librería La Lumbre. © Jacobo Medrano

Hay quien dice que la gente tiene lo que se merece por lo que han votado. Incluso que todo es cíclico y que la ciudadanía es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Eduardo Bayón analiza estas cuestiones en base a las estadísticas y lo que indican las encuestas, conformando datos y porcentajes.

Se está volviendo a hablar del endeudamiento de las familias. Los medios hablan del crecimiento del endeudamiento, situándose por encima de los niveles que había en 2007. Un dato: el crédito al consumo ha subido un 15%. Gasto que notan en las agencias de viajes, los concesionarios e incluso los cirujanos. ¿Podemos ser escépticos ante unos datos así?

Sí. Podemos ser escépticos, pero en el sentido de la recuperación económica de la que tanto se está hablando, sobre todo desde el anterior gobierno. Ese discurso tiene una parte que tiene que ver con los salarios (precarios) y el empleo temporal. Además, hay otro dato que ha salido recientemente: España es el país líder de la OCDE en cuanto a salarios precarios. Es un dato para ser escépticos, pero no con el dato en sí, sino con la bonanza económica.

¿Cuánto tardaremos en volver a escuchar aquello de “la gente ha vivido por encima de sus posibilidades”? 

Bueno, no sé hasta qué punto podemos dar por buena esa afirmación. Es cierto que a lo mejor pedían mucho crédito para vivir acorde al bienestar que se promulgaba desde los propios poderes. Así que, más que vivir por encima de sus posibilidades, es intentar vivir acorde al momento. Incluso había facilidades, como, por ejemplo, en la concesión de hipotecas. Recuerdo que pedías una y no sólo te la daban para el piso, sino que también te otorgaban el 110% para el coche. Era el propio sistema el que invitaba a ello. Y habría que comparar cómo hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, porque también sería achacable a otros sectores, como el bancario, que sí que vivía por encima de sus posibilidades.

¿Y esta frase pretende demonizar a la clase obrera? 

Sí. Es que es una afirmación que tiene una carga ideológica enorme. Aparte de neoliberal e individualista, también culpabiliza a quien a lo mejor tenía un sueldo, en aquella época, mileurista, que a día de hoy, para muchos, es una panacea.

Después de todo, ¿crees que los políticos han aprendido de sus errores?

Creo que han aprendido de parte de sus errores. La izquierda, por ejemplo, habrá aprendido las consecuencias de no llegar a un acuerdo e incluso de no tener voluntad de llegar a uno.

¿Y los ciudadanos habrán aprendido también de sus errores?

Hay que destacar que los dirigentes políticos, pese a que algunos viven alejados de la realidad en sus propias burbujas institucionales, no dejan de ser también reflejo de la sociedad en la que viven. Si tenemos políticos mediocres, a lo mejor deberíamos preguntarnos qué estamos haciendo o cómo votamos. Es cierto que el voto y la ciudadanía están condicionados por infinidad de factores, como la propia identidad del votante o los medios de comunicación, entre muchos otros. Pero yo creo que la ciudadanía tiene –tenemos– que aprender de sus errores y, sobre todo, darse cuenta de que aunque la corrupción no le perjudique a corto plazo, no son actitudes que se puedan tolerar. Y enlaza con un caso bastante reciente, como es el de Cristina Cifuentes. Tenemos que ser conscientes de que es más grave una corruptela universitaria –para obtener un título oficial de forma fraudulenta– que el robo de dos cremas.


Entrevista realizada por Carlos H. Vázquez para el número 6 (septiembre 2018) de la revista Man On The Moon.