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Feijóo revalida ante la impotencia socialista

Elecciones Galicia 2012

La alta abstención ha favorecido claramente al PP. Una gran parte del electorado socialista lleva ya tiempo completamente desconectado del partido y, en consecuencia, de las urnas. Por otra parte, esta alta abstención vuelve a mostrar la gran desconexión que muchos aún se niegan a ver y que existe entre la sociedad y la política.

La estrategia del PP, o mejor dicho, la de Alberto Núñez Feijóo, de distanciarse al máximo de la gestión del Gobierno central y dejar casi un papel testimonial a Mariano Rajoy, le ha salido redonda. Tanto es así que, junto al resto de factores que han influido en estas elecciones, no solo han mantenido la mayoría absoluta que les otorga de nuevo el ejecutivo, sino que también aumentan la ventaja en escaños, si bien es cierto que por el camino han perdido casi 150.000 votos. Pese a todo, estos resultados dejan a Feijóo como el mejor colocado ante un posible relevo de Rajoy.

El PSdeG ha recibido un duro revés. Víctima de sí mismo, de que las elecciones les cogieran muy verdes, sin desarrollar un claro liderazgo regional en Galicia, sin legitimar ese liderazgo ante la ciudadanía con unas primarias, sin desarrollar un claro proyecto de alternativa de gobierno socialdemócrata. Y no solo de sí mismo, sino también del panorama socialdemócrata nacional. Con más de lo mismo: liderazgo débil, proyecto poco definido de nuevo, y el recuerdo demasiado cercano de la gestión de la crisis de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, con los que aún no se ha podido poner excesiva distancia. Además de todo ello, tenemos, en el mismo sentido, la falta de rumbo de la socialdemocracia europea, la falta de respuestas ante la crisis, la falta de alternativa, y también, en cierta manera, la gestión de los tiempos de bonanza donde muchas veces ha sido más socioliberal que socialdemócrata en sí. Como consecuencia de todo ello, el PSdeG cae siete escaños en estas elecciones.

El BNG, perdido en sus disputas internas y tras sufrir dos escisiones, desciende cinco escaños, quedándose con siete. La que para muchos puede ser la sorpresa de la noche: Xosé Manuel Beiras irrumpe de nuevo en el Parlamento gallego con nada más y nada menos que nueve diputados. Vuelve de esta forma un político de los de antes, un intelectual con una dialéctica impecable y encandiladora, que ha sido capaz en estos tiempos de captar el voto de mucha gente, tanto desde la izquierda como del nacionalismo, pero sobre todo de los jóvenes. A sus 76 años, ha sido quien mejor campaña electoral ha realizado.

Con 41 de 75 escaños, el PP formará gobierno y hará rodillo en el Parlamento, mientras un Rajoy marginado en campaña usará el resultado para legitimar sus políticas. Como conclusión, la oportunidad perdida de lo que pudo ser, esa misma oportunidad que ha de servir, una vez más, para hacer reflexionar profundamente a más de uno.