Un rumor ha cobrado fuerza en los últimos días, la posibilidad de un posible adelanto electoral convocado por el Presidente del Gobierno, quizás en noviembre de 2014, lo que sería un movimiento repentino y que pillaría a contrapié a toda la izquierda, o quizás mayo de 2015, y hacer así coincidir las municipales y autonómicas con las generales.
Si finalmente tuviese lugar un adelanto electoral al mes de noviembre, el gobierno del Partido Popular buscaría con este movimiento dar un golpe encima de la mesa, y desactivar tres frentes, alejándose así de la tradicional inmovilidad de Mariano Rajoy y su filosofía de dejar pasar las cosas lentamente antes de afrontarlas.
El primero de ellos, Cataluña y el desafío soberanista de Artur Mas. Con el adelanto electoral a noviembre, Rajoy solaparía el referéndum catalán previsto para la misma fecha, aunque corriese el riesgo de convertir las elecciones generales en ese territorio, precisamente en lo que pretende evitar.
El segundo, el PSOE. Con un Secretario General recién escogido, unas elecciones anticipadas al Partido Socialista le pillarían con el paso totalmente cambiado, aun sin tiempo para recuperar todo o parte del terreno perdido, y además, después del retraso de las primarias anteriormente previstas para el mes de noviembre, sin candidato oficial, que no oficioso.
El tercero, Pablo Iglesias y Podemos. La irrupción del movimiento Podemos durante las pasadas elecciones europeas cogió a la mayoría de los partidos políticos por sorpresa, tanto es así, que al día siguiente de las elecciones, la premisa que se manejaba en el partido del gobierno era la de ignorar absolutamente a Pablo Iglesias y los suyos, a los que ya habían ninguneado, y no solo el PP, durante la campaña electoral. Pues bien, esa posición ha tenido un giro radical desde hace unas semanas, donde coincidiendo con los cursos de verano de FAES, el Partido Popular ha decidido ir al ataque de una forma totalmente irracional y muchas veces absurda, dentro de la línea marcada desde medios de comunicación como Intereconomía o 13TV. Pues bien, unas elecciones anticipadas, intentarían frenar el avance electoral de Podemos, cuya tendencia de crecimiento viene reflejada en todas las encuestas de intención de voto hasta ahora realizadas, y antes de que su crecimiento fuera lo suficientemente mayor como para convertirse en la primera fuerza política del país, y también antes de que concluyan su proceso interno en el que definirán su organización.
Si finalmente tiene lugar el adelanto electoral, ninguna hipótesis puede ser descartada en los tiempos en los que vivimos, parece previsible un parlamento con unas aritméticas imposibles de gestionar, pero que servirían supuestamente para que el Partido Popular fuera la principal fuerza política, a la vez que sus adversarios saldrían peor parados, o al menos neutralizados, todo ello aprovechando el discurso de la mejoría económica, antes de que la realidad pudiese evidenciar lo contrario.
Publicado en Asturias24.es