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Birgitte Nyborg y la importancia del debate político televisado

Faltan escasas horas para que en España tenga lugar lo que la organizadora Atresmedia ha catalogado como el debate decisivo. Quizás el título que le han otorgado a la cita sea algo pretencioso, pero no es para menos, ya que será la primera vez (y la única de esta campaña electoral) que asistamos a un debate en el que los cuatro candidatos que disputan las elecciones generales con opciones de ganar, o al menos de ser decisivos en la aritmética parlamentaria que salga de las urnas el 20 de diciembre. Claro está también, que el contexto actual de la política española poco tiene que ver con el de los últimos 30 años. Si lo habitual en Europa es que existan tres o cuatro grandes partidos, y por lo tanto, debates donde participan todos ellos, o incluso más candidatos allí donde exista un pluralismo político mayor, en España hasta ahora hemos asistido a debates donde, o bien solo participaban el Presidente del Gobierno y el líder de la oposición, o debates donde participaban los candidatos del resto de fuerzas políticas, y segundones de los dos grandes partidos.

Fotograma de Borgen.

Fotograma de Borgen.

Quizás el lector se esté preguntando quien demonios es Birgitte Nyborg, o que tiene que ver el debate de hoy por la noche con una serie de ficción danesa. Pues bien, “Borgen”, la serie en cuestión (también se conoce así al palacio de Christianborg en Copenhague, sede del Parlamento, el Tribunal Supremo y la oficina del Primer Ministro) relata cómo Birgitte Nyborg, la líder de un partido de centro interpretada por Sidse Babett Knudsen, se convierte en Primera Ministra de Dinamarca, en unas elecciones marcadas por el debate electoral en las vísperas de las estas, que darán lugar a unas intensas negociaciones que tendrán como resultado una compleja coalición. La serie infinitamente superior, en cuanto a retrato de la política que “El ala oeste de la Casa Blanca”, la cual peca de excesivo idealismo, y de las dos versiones de “House of Cards”. Los temas tratados en “Borgen” van desde las relaciones entre los diversos partidos y los equilibrios parlamentarios en un sistema multipartidista de siete partidos, hasta el papel esencial de la prensa y la comunicación política, convirtiendo así a “Borgen” en una serie imprescindible.

Volviendo al tema del debate, la serie, como ya apuntaba, comienza en las vísperas de unas elecciones parlamentarias, donde tiene lugar el último debate entre los siete candidatos de los partidos políticos (partidos ficticios que tienen su equivalencia en la realidad danesa) donde se destapa un escándalo político que afecta al Primer Ministro en ese momento, por un uso inapropiado de tarjetas de crédito oficiales (las tarjetas black no es sólo cosa de España). En dicho debate, Birgitte, la candidata del Partido Moderado (equivalente del Partido Socioliberal danés), estancada en las encuestas, se la juega al intentar captar el voto de los indecisos y descontentos, con un discurso emotivo y saltándose el guión preparado por su asesor de comunicación. El debate a Birgitte Nyborg le valió para ganar protagonismo y prestigio ante la cita eletoral, y conseguir un resultado mejor que el que le otorgaban sus expectativas de voto. 

Sin duda el debate audiovisual es el punto culminante de las campañas electorales, y el de esta noche, aunque aun queden trece días para las elecciones, puede ser decisivo. La ausencia de Mariano Rajoy, actual Presidente del Gobierno y candidato del Partido Popular, y la decisión de relegar su participación en la Vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, evidencian debilidad y falta de liderazgo al haber rehuido el debate político con sus contrincantes, cuestión que ya ha marcado los días previos a la celebración del mismo.

El debate de hoy, debería servir para que los cuatro participantes y candidatos a la presidencia del Gobierno confronten intelectualmente y luchen por imponerse al adversario, a la vez que intentan esclarecer sus programas. En la noche de hoy, los veremos afirmar las cualidades que les irradian, presentarse como competentes, fiables o dinámicos. Los veremos también atacando a los contrincantes y a sus partidos, y por lo tanto, también deberán defenderse, todo ello en busca de reafirmar su credibilidad y que esta no se vea mermada.

Los mensajes serán lanzados y repetidos, se compararán con referentes (no sería la primera ni la última vez que se menciona precisamente a Dinamarca en esta campaña) o contrastándolos con los del oponente en el debate. También buscarán atraer y sostener el interés mediante la articulación de un relato que estará dirigido a sus potenciales votantes, porque no debemos olvidar, que un factor clave será ese 41% de indecisos que apuntaba el CIS. En definitiva, los veremos deliberar, juzgar, intentar demostrar, persuadir o disuadir, por todo ello, la importancia del debate de hoy resulta crucial para el devenir de la campaña electoral de los cuatro principales partidos en estas elecciones, donde las distancias en intención de voto a día de hoy son estrechas.


Artículo publicado en Debate21.