Surgido el pasado jueves en Francia al culminar la huelga general contra las reformas laborales aprobadas por el gobierno después de que el colectivo Convergence des Luttes (Convergencia de Luchas) lanzase una convocatoria con el hashtag #Nuitdebout (noche en pie) con el objetivo de concentrarse después de la manifestación para debatir y crear un movimiento transversal. El mensaje era el siguiente: “Este sistema nos es impuesto, gobierno tras gobierno, al precio de múltiples fórmulas de negación de la democracia. El proyecto de la reforma laboral será frenado y Manuel Valls caerá. No volveremos a casa después del 31 mientras sigan empecinados en construir un mundo para nosotros, pero contra nosotros”. En la Plaza de la República de París, la noche del domingo al lunes se congregaron más de 20.000 personas. Tras ser desalojados en dos ocasiones, el movimiento sigue en pie.
Nuit Debout ha sido impulsado por activistas del derecho a la vivienda, inmigrantes y refugiados, colectivos de precarios, estudiantes, etc. Las escenas en la Plaza de la República de París recuerdan inevitablemente a las vividas en Madrid y en otras muchas ciudades españolas en mayo de 2011. Pese a ello, la diferencia principal con el 15M, radica en que no se trata de acampadas, sino de una ocupación de la plaza, lo que por supuesto evoca al movimiento Occupy Wall Street.
Las reformas laborales impulsadas por la Ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, conocida popularmente como “Ley El Khomri”, ha generado un rechazo frontal de los sindicatos, los partidos de izquierda y un alto porcentaje de la población.
El proyecto de ley del gobierno francés facilita y rebaja las indemnizaciones por despido, siendo El despido este válido en la nueva ley, tanto si la cifra de negocios empeora, como si la empresa se enfrenta a procesos de reorganización. A su vez, las indemnizaciones por despido se reducen, pasando de cuatro a tres meses de salario cuando la antigüedad es inferior a dos años y de veintisiete y veinticuatro meses a quince cuando se superan los veinte años trabajados. También establece un tope en las indemnizaciones por despido improcedente, que corresponde establecer a un tribunal de trabajo. Además el convenio colectivo pierde peso, pudiendo prevalecer sobre el mismo las decisiones internas de las empresas.
La reforma laboral planteada ha sido la gota que ha colmado el vaso en una sociedad cansada de que la alternancia de partidos no aporte diferencias sustanciales en las políticas aplicadas. De momento Nuit Debout se asienta poco a poco, mientras la actividad crece en la plaza «ocupada». Todos los días tienen lugar debates que culminan en una asamblea general que se celebra a las 18 horas. La asamblea del pasado domingo estuvo conformada por más de un millar de participantes y seguida en vivo por más de 20.000 personas a través de Periscope, donde se debatió desde temas organizativos básicos hasta intervenciones como la del economista Frédéric Lordon (puede verse aquí), que invitó a los participantes a escribir una “Constitución para la República social”.
Mientras la realidad evidencia el colapso absoluto del Partido Socialista francés, lo que pronostica una segunda vuelta en las presidenciales francesas entre Marine Le Pen y Nicolas Sarkozy, si nadie es capaz de construir una alternativa social y política en los escasos meses que restan para las elecciones.
Artículo publicado en Debate21.