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Breves apuntes sobre la campaña electoral

Concluida la campaña electoral, repasaremos brevemente las principales cuestiones a destacar de la misma.

1-Campaña:

-Mensajes, estilos, canales:

  • Ha sido una campaña dura, con graves ataques de Ciudadanos a Podemos, también con una polarización PP-Podemos, y con la batalla PSOE-Podemos que en ocasiones ha supuesto bajar al barro. Incluso ha habido cuestiones excesivas como las acusaciones de racista a Pedro Sánchez por parte del PP.
  • El mensaje ha sido liderado por Podemos, han sabido convertir amenazas y temores en oportunidades. Los demás han ido a la contra. Ejemplo de ello son los vídeos de campaña. PP y PSOE han caído en contestar a Podemos, y prácticamente han acabado haciéndoles publicidad, como hizo el PSOE con el vídeo donde criticaban el “catálogo de IKEA” de Podemos.
  • El mensaje de Podemos también es positivo, emocional, “la sonrisa de un país”. Apela claramente a sentimientos más allá de propuestas tangibles. El del PP, mientras, lo hace al orden, a la supuesta bonanza, e incluso al miedo. PSOE y Ciudadanos les ha costado más, en una campaña polarizada, colocar sus propuestas y mensajes reformistas y moderados.
  • Hubo un exceso de Venezuela al principio. Propiciado especialmente por Ciudadanos, con el objetivo de movilizar y no perder votos por su derecha, los cuales son claves para disputar los restos (los últimos escaños a repartir) en provincias como las de las dos Castillas, donde la suma de Podemos-IU le hace bastante daño en el reparto y asignación de diputados. Luego el tema de Venezuela fue sustituido por Grecia, en un intento de usar el país heleno como referencia de gestión de Podemos, que se defendió apelando a la gestión de los denominados “ayuntamientos del cambio”. Y al final, hemos concluido la campaña con el Brexit en un intento de ser aprovechado para atacar a Podemos.

-Candidatos, liderazgos, televisión:

  • Los candidatos han vuelto a intentar mostrarse como presidenciables, que  es lo que les toca en campaña, pero si es cierto que ha habido cambios significativos. El más llamativo es el de Pablo Iglesias, que ha buscado la moderación, presentándose también como una opción de “nueva socialdemocracia” para intentar captar votantes del PSOE. También es cierto, que con todos los sondeos a favor tenía menos que arriesgar, y no necesitaba usar mensajes más agresivos, como quedó patente en el debate a cuatro, especialmente en la primera parte del mismo.
  • Pedro Sánchez por su parte ha usado bastante el relato de la culpa de las nuevas elecciones, intentando mostrar que él es el que más había hecho por que hubiese gobierno presentándose a la investidura, pero que los partidos que tilda de bloqueo, es decir Podemos y PP, habían impedido la formación de un gobierno reformista. Le ha pesado tener poco liderazgo entre los suyos.
  • Rajoy ha jugado a lo de siempre. Presentarse como el candidato serio, responsable, e incluso se ha dignado a asistir al debate a 4, donde las condiciones pactadas y el formato del mismo, excesivamente encorsetado le favorecieron claramente, en un debate que no fue transcendental. También, conocedor de sus habilidades y debilidades, intenta potenciar las distancias cortas, sabedor de que es su fuerte.
  • Rivera ha seguido presentándose como el candidato moderado y pactista, que busca promover y llevar a cabo las reformas necesarias.

Posicionamiento estratégico, movilización del voto propio:

  • PP: El Partido Popular está jugando una campaña electoral basada en movilizar a su electorado, centrándose en sus grupos focales, con especial atención a los mayores de 65 de años, grupo que aglutina más votantes y donde es más fuerte. El 40% de los votantes del PP son de esta edad.
  • PSOE: El Partido Socialista ha llevado por momentos una estrategia que ha dado tumbos. El PSOE debería haberse centrado en presentarse como el partido más reformista y progresista de los tres del sistema, y más cuando había más indecisos entre PSOE-PP o PSOE-Ciudadanos que entre PSOE-Podemos. En cambio, el Partido Socialista ha caído en exceso en la batalla con Podemos, una batalla que no podía ganar en un mes, y que además no le reporta los votos necesarios para “salvar los muebles” el 26-J. También han usado el discurso de la pinza para denunciar la polarización de la campaña con el objetivo de movilizar a sus propios votantes que se podían ir a la abstención o que el 20D estuvieron en la misma.
  • Unidos Podemos: Han protagonizado la campaña de la ilusión apelando continuamente a ella. Sus mensajes han sido optimistas y al mismo tiempo han moderado su discurso, sabedores de que el voto de ruptura política ya lo tienen y que tenían que intentar captar todos los votos posibles del espacio electoral del PSOE. La coalición con IU les ha dado protagonismo, y los ha puesto en el centro de la atención mediática, posición reforzada por el interés despertado con la posibilidad del sorpasso, uno de los asuntos clave de estas elecciones.
  • Ciudadanos: Le ha costado entrar en juego. Desvirtuado por una estrategia basada en ataques a Podemos y el viaje a Venezuela, que buscaban, como ya hemos dicho, intentar retener ese voto de centro-derecha que se pudiera ir al PP por voto útil, especialmente en aquellas provincias donde pueden perder el último escaño a repartir. También por esto último, en los últimos días han intentado distanciarse del PSOE. Respecto al PP, han tratado de mostrar a Rajoy como inmovilista, y como un problema para el país por bloquear la situación y no «quitarse del medio», a la vez que mostraban que ellos eran los reformistas y moderados frente a los corruptos.

Robo/volatilidad de otros:

  • Ciudadanos es quien tiene un electorado más volátil, y que puede cambiar de opción política el 26J, especialmente en favor de PP o PSOE.
  • El del PSOE puede irse a la abstención, mientras que disputa más indecisos a PP y Ciudadanos que a Podemos. Los que se mueven entre PSOE-PP es ese electorado mayor de 65, menos formado e informado en política que está acostumbrado a «bailar» entre uno y otro.
  • Con la alianza con IU, Podemos prácticamente puede no perder votos. Mientras que los últimos datos que se manejan es que el electorado de IU puede ser bastante volátil, lo que explicaría los intentos de Pedro Sánchez por captarlos, aunque lo que mostraba el CIS era otra cosa. Además, hay que tener en cuenta que no existe otra opción política a la izquierda del PSOE con relevancia a la que se puedan ir.

2-¿Qué pasará el domingo?

  • Ganará el PP, gracias a ese electorado fiel de derechas cuyo suelo ahora mismo está en torno a los 7 millones de votantes. El votante que le queda al PP lo hace por el partido, siendo el líder menos decisivo en su decisión. Si es cierto que el PP con otro candidato podría obtener un resultado mejor. También hay que tener en cuenta, que el votante actual del PP es más alineado, al tener más edad y menos estudios, y por lo tanto menos informado sobre política.
  • Sorpasso: Se producirá casi fijo en votos, y en gran parte de los territorios, el tablero que había protagonizado las últimas décadas PP-PSOE quedará roto. Esto ya pasó el 20D. Por lo tanto, lo realmente importante aquí es, que el sorpasso sociológico, por así llamarlo, ya se ha producido.
  • Podemos es líder entre los menores de 45 años, y eso se extiende cada vez  más hacia los de edades más avanzadas (el CIS preelectoral ya habla de que sería primera fuerza entre 45-54). Evidencia la brecha generacional existente, donde las 4 generaciones actuales votan de una forma muy definida.
  • Si el sorpasso  en escaños finalmente se produce, el PSOE pasará de ser parte, a mero juez. Con un Congreso Federal a la vista, y con los síntomas de colapso que ya tienen pueden dejarlos completamente desfigurados. El riesgo a quedar como el PCE en la transición, con entorno al 10% de apoyos electorales en casi toda España, con la excepción de Andalucía, y como mucho Extremadura, está ahí.
  • La consecuencia que tendría en España, sería un paso más en la transformación que está produciéndose en nuestro sistema de partidos. Un movimiento nacional-popular de ruptura, habrá conseguido, de producirse, no sólo colocarse como la segunda fuerza política del país, sino que además será la principal alternativa de gobierno y liderará la oposición.
  • Si el sorpasso se produce, Iglesias tendrá al PSOE donde quería, que es en la disyuntiva de tener que elegir entre ellos o el PP, lo cual es simplemente elegir con que forma te suicidas.

3-¿Qué gobierno tendremos?

  • Gobernará el PP con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE. Habrá postureo para que el candidato no sea Rajoy. Lo sea o no, el candidato será del PP. Luego se pactaran varias reformas y una leve reforma constitucional para justificar el acuerdo. El pacto se lee en el eje sistema-ruptura. Cs podría entrar en el Gob, aunque resulta poco probable. 
  • El PSOE no entrará e intentará irse a la oposición. Si esto se produce, existirá un alineamiento de facto entre los tres, difícil de romper a posteriori, que dejará a Podemos como única alternativa de gobierno.
  • La suma PSOE-Cs no dará para nada, como ya pasó, y PP y Podemos no facilitarán la investidura en ningún caso.
  • Con la situación actual, la campaña, y las posiciones de ambos partidos es impensable el pacto PSOE-Podemos, sólo formará parte del relato, donde veremos como se echan la culpa mutuamente de que no lo haya. Además, muy seguramente no alcance los 175 por si solos. Necesitarían como mínimo del PNV. Conviene recordar también, que si el sorpasso sólo se produce en votos, habrá un choque de legitimidades escaños-votos.

Artículo publicado en Debate21.