El liberal Emmanuel Macron disputará la presidencia de Francia a la candidata de la extrema derecha populista Marine Le Pen, que ha conseguido que el Frente Nacional esté en la segunda vuelta de unas presidenciales, que se celebrarán el próximo 7 de mayo, después de que su padre lo consiguiera en 2002. En la primera vuelta, el triunfo fue para Macron con el 23,8% de los votos, y el segundo puesto para Le Pen con el 21,6%. Fuera quedaron por primera vez en la historia de la V República los candidatos de los dos partidos tradicionales, conservadores y socialistas, que sumaron sólo el 26% de los votos. La participación superó el 78%, dos puntos menos que en 2012.
El conservador y líder de los Republicanos, François Fillon, con un 19,9%, arrastró su candidatura envuelta en acusaciones de corrupción durante toda la campaña, tras revelarse que su esposa e hijos habían estado cobrando dinero público por trabajos ficticios. Tras él, el también ex-ministro socialista que ahora lidera a la izquierda antiliberal, Jean-Luc Mélenchon, con un 19,5%, que con la plataforma Francia Insumisa protagonizó un ascenso meteórico en los sondeos en las últimas semanas. Por último, el socialista Benoît Hamon con un 6,2% pagó en sus carnes la descomposición del Partido Socialista francés, tras una campaña electoral deficiente. Sólo en 1969 y 2002, el candidato socialista no había pasado el corte.
Los franceses tendrán que elegir entre dos opciones opuestas para la segunda vuelta. Por un lado, Emmanuel Macron, 39 años, exbanquero, quien nunca ha ocupado un cargo de elección popular y ministro de Economía entre los años 2014 y 2016, durante el mandato de François Hollande, gobierno que abandonó para crear En Marche! (EM!) y concurrir así a las elecciones presidenciales. Por otro lado, Marine Le Pen, 48 años, eurodiputada y líder del Frente Nacional (FN), partido que por primera vez ha superado la barrera del 20% en unas elecciones presidenciales.
Tanto Hamon como Fillon ya han pedido el voto para Macron con el fin de frenar al Frente Nacional. El socialista, el primero en comparecer ante los medios, asumió la responsabilidad de una derrota “electoral y moral” y dejó una de las frases de la noche al afirmar que «hago una distinción total entre un adversario político y una enemiga de la República», mostrando así su apoyo a Macron de cara a la segunda vuelta. También los exprimeros ministros Alain Juppé y Jean-Pierre Raffarin, o líderes regionales de la derecha como Christian Estrosi anunciaron su apoyo a Macron buscando con ello impedir el triunfo de Le Pen dentro de 15 días.
Por su parte, Mélenchon anunció la necesidad de que las bases de Francia Insumisa elijan en votación la postura que adoptan ante la votación del 7 de mayo. La Francia Insumisa entra en una fase en la que debe replegarse y cerrar filas con el candidato que representa los valores republicanos frente a Le Pen, aunque sean desde posturas liberales, y empezar desde ya a construir un frente amplio que se presente con opciones de éxito a las legislativas de junio, precisamente para hacer de contrapeso al futuro presidente de la República.
El voto por edad, renta, profesión y nivel de estudios
La fractura política de las sociedades occidentales tras la crisis, hace que se vuelvan a reproducir las tensiones y la retórica entre pueblo contra élites; perdedores de la globalización contra ganadores; campo contra ciudad; personas sin y con educación superior; repliegue nacional contra apertura internacional; intervencionismo económico y libre mercado, que se traduce, como veremos en la siguientes gráficas, en diferentes brechas electorales.
Si atendemos al voto según la edad de los electores, Mélenchon ha sido el favorito de los jóvenes, Fillon el de los mayores y Le Pen la de los de mediana edad. En cambio Macron, ha conseguido superar el 20% en todos los intervalos de edad superiores a los 25 años.
Por nivel de renta, Le Pen ha sido la candidata preferida de los votantes con rentas inferiores a 2.000 euros, mientras que por Macron se han decantado los de rentas superiores a esa misma cifra. Mélenchon supera el 20% entre los que tienen sueldos por debajo de 2.000 euros y Fillon lo supera entre aquellos que cobran más de 3.000 euros.
Le Pen se ha impuesto claramente entre el electorado con una menor formación. Mientras que Macron triunfa entre aquellos votantes que tienen un nivel educativo mayor, y que escasamente optan por Le Pen.
Como ya sabíamos, Marine Le Pen es la favorita de los obreros y de los asalariados, Fillon de los jubilados, como no podía ser de otra forma después de ver el voto por segmentos de edad. Macron es el preferido de cuadros intermedios y directivos.
Macron ganará a Le Pen en la 2ª vuelta
Le Pen va a tener difícil presentarse ante los votantes como la candidata antisistema contra Macron, quien ya ha conseguido derrotarla con una retórica reformista. La segunda vuelta versará, aun más si cabe, sobre el eje europa-soberanía nacional. Mientras, Macron obtendrá el voto útil defensor de los valores republicanos para evitar el triunfo de Le Pen. Ahora bien, el hecho de que Macron carezca de un partido político sólido, más allá de la plataforma electoral conformada para las elecciones presidenciales, cuya evolución aun es una incógnita, hace que las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio cobren especial trascendencia ante una más que posible cohabitación.
Los sondeos ante el enfrentamiento de Le Pen y Macron en la segunda vuelta son claros y pronostican una holgada victoria de Macron. Este deberá conseguir sumar y seducir a votantes de otros candidatos para sumar más del 50% de los votos para convertirse de esa forma en el próximo presidente de Francia. No parece difícil, cuando está previsto que se forme un frente republicano amplio que respalde al candidato liberal, lo cual deja a Le Pen sin mucho espacio electoral en el que crecer. Ahora bien, a diferencia de lo ocurrido en 2002 cuando su padre accedió a la segunda vuelta, en esta ocasión, la candidata del Frente Nacional si mejorará su resultado dentro de 15 días. Y es que, desde que Marine Le Pen asumiese el mando del FN, ha conseguido sacar al partido de la marginalidad en la vida pública en la que se encontraba. Ahora bien, el sistema de dos vueltas, tanto en las presidenciales como en las legislativas, dificulta que el FN pueda acceder a las segundas vueltas, debido al cordón sanitario republicano contra ellos que conforman el resto de partidos. Aun así, Le Pen puede intentar ampliar esa parte del electorado de derechas que en primera vuelta optó por Fillon y que en segunda lo haría por ella, cuya cifra se encuentra a día de hoy en un 33% de los votantes que optaron por el candidato conservador el 23 de abril. Macron, en cambio, atraerá tanto a votantes de izquierdas como de derechas que buscan impedir de cualquier forma que Le Pen obtenga la presidencia.
La previsible victoria de Macron, le convertirá en el presidente más joven de la V República. Su estilo pop recuerda al visto en otros líderes de su espectro ideológico como el italiano Matteo Renzi o el canadiense Justin Trudeau. Su triunfo frenará a Le Pen y otorgará cinco años más al establishment político y económico para suavizar un rumbo que está generando demasiados agravios en buena parte de la sociedad, ante los cuales estos sectores se están revelando, aunque ello conlleve optar en ocasiones por opciones políticas como las que representan en Francia Marine Le Pen y su Frente Nacional. Por el contrario, el inesperado triunfo de Le Pen, traería la salida de la Unión Europea y del euro de los franceses, lo que acabaría por asestar la puñalada definitiva a la UE.
Artículo publicado en Debate21.es