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Andalucía: Vox irrumpe, el PSOE se hunde

Las elecciones andaluzas celebradas en el día de hoy han inaugurado el nuevo ciclo electoral en el que se adentra España. El PSOE ha logrado una victoria bajo mínimos, con el 28,0% de los votos y 33 escaños (14 menos que en 2015). Este resultado electoral constata la decadencia electoral a la que asisten los socialistas andaluces desde hace años. Susana Díaz perderá la presidencia, poniendo punto final a casi cuarenta años de gobiernos socialistas.

La participación ha caído hasta 58,5%, cinco puntos menos que en 2015.

Vox irrumpe en el parlamento andaluz con 12 diputados y logra por primera vez colarse en las instituciones autonómicas. La formación de ultraderecha se ha convertido con su resultado en el protagonista de la noche electoral, y a partir de ahora, su protagonismo será aún mayor. Condicionarán la agenda política y los postulados del resto de formaciones de la derecha. España pierde así su excepcionalidad, junto a Portugal, de tener en las instituciones a partidos de ultraderecha populista.

El Partido Popular ha sufrido un nuevo descenso en Andalucía, tras una mediocre campaña electoral de Moreno Bonilla. El PP ha cosechado el 20,7% de los votos y 26 escaños. Pese a la pérdida de siete diputados, el Partido Popular está en condiciones de lograr la presidencia de la Junta si consiguen pactar con Ciudadanos y Vox.

Ciudadanos crece notablemente al lograr 21 diputados (+12) y un 18,2% de los sufragios. Lejos queda el ansiado sorpasso al PP. Eso sí, el resultado de la formación naranja es un éxito total y siguen siendo un actor clave. Por ellos pasará otorgar el gobierno al PP y terminar con la hegemonía socialista desalojando a Díaz del Palacio de San Telmo. Apoyar al PP tiene sus riesgos para C’s, el primero de ellos pasa por otorgar protagonismo a un PP al que han estado a punto de superar, el segundo, ir de la mano de Vox en la sesión de investidura, en cualquier modalidad de pacto posible. En cualquier caso, esa variante parece más fácil de asumir y justificar ante su electorado que repetir un nuevo pacto con el PSOE y ser acusado por la derecha de impedir el cambio, todo ello en un contexto donde Ciudadanos se está echando hacia la derecha para lograr ocupar espacio electoral del PP. Esta opción ya ha sido descartada por Juan Marín, que a su vez, ha comenzado un pulso simbólico con Moreno Bonilla, anunciando su candidatura a presidir la Junta, al igual que ya ha hecho el líder de los populares andaluces.

Adelante Andalucía empeora el resultado obtenido por Podemos e Izquierda Unida por separado en 2015. La candidatura liderada por Teresa Rodríguez se queda con 17 (-3) diputados y un 15% de los votos. La coalición de Podemos e Izquierda Unida no rentabiliza la caída del PSOE y, además, pierde apoyos. Un fracaso a todas luces.

Las elecciones andaluzas suponen el inicio de un nuevo ciclo electoral, con lo que nadie contaba, es con este seísmo de magnitudes aún difíciles de cuantificar. La situación política española se vuelve aún más insostenible, sin Presupuestos Generales del Estado y con una aritmética, la de la moción de censura, cada vez más difícil de mantener, la sombra de elecciones generales sobrevolará con más fuerza que nunca en las próximas semanas.


Artículo publicado en Debate21.es