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Más Madrid o el intento de desbordar el centro-izquierda

El tsunami del día en la política española ha tenido nombre y apellidos. La decisión de Iñigo Errejón de prescindir de Podemos, cuya candidatura iba a liderar, de cara a las elecciones autonómicas de mayo y coaligarse bajo la marca de la independiente Manuela Carmena, dibuja un escenario por explorar con un claro objetivo: desbordar el centro-izquierda y a los dos partidos que lo ocupan actualmente.

Las consecuencias para Podemos, a menos de cinco meses para las elecciones, son impredecibles. La decisión, tomada sin la participación de la dirección del partido que lidera Pablo Iglesias, deja en el aire el proyecto electoral de Podemos en Madrid, y la participación del resto de fuerzas políticas (IU, Equo y el sector Anticapitalista) en la candidatura de confluencia que hasta hoy estaba prevista, y les obliga replantearse la opción de ir en listas propias.

La apuesta de Errejón tiene un planteamiento claro: la marca de Podemos está desgastada y la de Carmena es más efectiva, en los tiempos en que los movimientos políticos que gozan de hiperliderazgo frente a las organizaciones partidistas tradicionales se imponen. Una apuesta que busca crear un espacio alternativo a Podemos desde dentro y comienza a esclarecer, junto a la situación de la formación morada en otros territorios, el ciclo posterior a la marca Podemos.

El espacio electoral a la izquierda del PSOE en Madrid, permanece en estos momentos en ‘shock’ mientras se fragmenta. Las reacciones a la alianza Errejón-Carmena no han hecho más que comenzar. Los Anticapitalistas piden a Podemos e Izquierda Unida romper con el tándem y conformar candidaturas de ruptura. Mientras, la ejecutiva que lidera Iglesias, se reunirá de urgencia para valorar las posibles decisiones y medidas a tomar. Las salidas de Podemos pasan por mantener su candidatura junto con IU pero con otro cabeza de cartel, tragar con la plataforma de Errejón en contra de los Estatutos como de las primarias ya celebradas y de la decisión de ir con sus propias siglas a la contienda electoral. Tampoco es descartable que IU decida concurrir por separado ante esta nueva eventualidad, tras los problemas que, además, estaban teniendo para acordar en la lista definitiva Sol Sánchez como número dos. Mientras, en la ciudad de Madrid, diversos sectores se organizan al margen de la alcaldesa para concurrir por separado, tras constatar su desencanto con las políticas aplicadas y por el exceso de personalismo. En esta línea se encuentra Bancada Municipalista que celebrará su asamblea el 26 de enero.

La perspectiva electoral madrileña para la izquierda, tras la resaca andaluza, no pasa por su mejor momento. La candidatura municipal de Manuela Carmena, que aunque parece probable que logre la victoria, tiene difícil conservar la alcaldía ante la irrupción de Vox y de un PSOE que va camino de ser quinto en el Ayuntamiento. El escenario andaluz ha dado inicio a un bloque de poder conservador a través de sus tres vertientes, al que ha contribuido de forma notable la irrupción de Vox y que amenaza con materializarse en el resto del territorio nacional. Es, precisamente, este escenario poco favorable al que se iba a enfrentar la candidatura de Podemos en la Comunidad de Madrid, yendo, además, por detrás del PSOE en los sondeos electorales.

La fragmentación de la izquierda vuelve a hacerse patente en Madrid, habitual lugar de confrontación de batallas pertenecientes a guerras de ámbito nacional. Si el resultado electoral de Andalucía ha dado lugar al bloque de poder de la derecha ya mencionado, este se ha debido, entre otras cosas, a una alta desmovilización del electorado tradicional de izquierdas. Con su apuesta, Errejón no sólo busca una salida estratégica a la perspectiva electoral de mayo que le otorgue cierto impulso, sino que también está dibujando las líneas de un espacio de desborde que desbanque a Podemos y PSOE en el espacio tradicional del centro-izquierda. Espacio que existe y está ahí. Mientras la marca electoral de Podemos, tras no ser visible en las elecciones andaluzas, queda muy tocada.


Artículo publicado en Debate21.es