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La campaña de Elizabeth Warren

La campaña de Elizabeth Warren

Elizabeth Warren (Oklahoma, 1949) es senadora por Massachu­setts desde 2012, cuando ocupó el escaño de Ted Kennedy. Actualmente es una de las principales favoritas en las primarias demócratas de cara a las presidenciales de 2020. Su campaña está marcando las diferencias respecto a sus competidores a través de propuestas que buscan poner límites al sistema económico, como la implantación de un impuesto para millonarios, y otras que van desde el ecologismo hasta las tasas universitarias.

Estas son las principales líneas comunicativas de su campaña electoral:

1-Relato: la historia personal de Warren forma parte del mensaje político. Su trayectoria vital es narrada por la senadora como una historia de altibajos con la que conecta con el público, al tratarse de lugares comunes con los que el oyente se siente identificado. Criada en Oklahoma, era la menor de una familia de cuatro hermanos, que perdieron al cabeza de familia cuando ella era aún una adolescente. Esos lugares comunes que se mencionaban, los aprovecha la senador para comparar los tiempos pasados con los presentes en sus discursos y como las clases trabajadoras han perdido poder adquisitivo: «Cuando era niña, una familia de tres miembros se podía mantener con un trabajo de tiempo completo con salario mínimo. Hoy en día, un trabajo de tiempo completo con salario mínimo en Estados Unidos no es suficiente para sacar a una madre y a su bebé de la pobreza». Warren abandonó la universidad con 19 años tras casarse por primera vez. Posteriormente terminaría licenciándose en Derecho, tras perder un empleo como profesora de educación especial por quedarse embarazada.

La senadora culmina su relato personal poniendo en valor el ascensor social: «Mi padre terminó trabajando como empleado de mantenimiento pero su hija menor tuvo la oportunidad de convertirse en profesora en una escuela pública primero, profesora universitaria después, y más tarde senadora de los Estados Unidos».

2-Agenda: Warren ha marcado la agenda al ser capaz de presentar propuestas progresistas sobre una amplia variedad de cuestiones. Los ejes principales de su campaña son: acabar con la corrupción en Washington; reconstruir la clase media; fortalecer el sistema democrático; justicia e igualdad ante la ley; y una política exterior para todos.

La principal propuesta es su plan para de financiación basado en un un impuesto a los multimillonarios que posean activos valorados en más de 50 millones de dólares. Como activo pretende incluir las obras de arte, yates o joyas. La medida sería impactante en la economía estadounidense.

3-Plan anticorrupción: Como parte de su estrategia para combatir al presidente Trump y mostrarse con capacidad de ganar las elecciones presidenciales de 2020, Warren ha presentado un plan anticorrupción. Combate así, el discurso anti-establishment con el que Trump llegó a la Casa Blanca.

«Washington funciona muy bien para los ricos y los que están bien conectados, pero no funciona para nadie más. Las compañías y los individuos ricos gastan miles de millones de dólares cada año para influenciar el Congreso y las agencias federales para poner sus intereses delante del interés público».

La campaña de Elizabeth Warren

4-Eslogan: «Warren tiene un plan para eso» («Warren has a plan for that»). El eslogan de campaña es pragmático, busca transmitir al votante solvencia y seguridad en la gestión. Se aprovecha del elevado número de propuestas que ya ha presentado en comparación con sus rivales, por lo que retroalimenta así la idea que desea transmitir en su campaña.

5-Debate demócrata: con veinte candidatos en liza, el formato por el que se optó en los debates fue la división en dos grupos de diez con un reparto realizado por sorteo. Warren fue la única aspirante de quienes parten como favoritos, a la que le tocó en la primera noche, mientras que Bernie Sanders, Joe Biden y Kamala Harris entraron en el segundo grupo. Esto dejó a Warren un debate cómodo, sin ningún cuerpo a cuerpo destacable y con unos buenos inicios y finales. Consiguió trasladar en todo momento una imagen serena y tranquila. La senadora salió así como una de las vencedoras de los dos debates, lo que se tradujo en un aumento de su popularidad —mientras Biden perdía diez puntos de la suya—.

La campaña de Elizabeth Warren

6-Selfies: Warren ha desarrollado una práctica que le reporta publicidad gratuita. Se trata de realizarse selfies con los asistentes a sus actos. Con esta práctica, lleva ya más de 35.000 fotografías que posteriormente se suben a las redes. Es ya un fenómeno viral fomentado desde la propia campaña. Además, es un elemento que transmite cercanía, que consigue generar simpatías y lealtades.