El fin del modelo de bipartidismo imperfecto que ha imperado en España en los más de 35 años de Democracia ha llegado a su fin (al menos de momento), eso es lo que a día de hoy se desprende de casi todos los muestreos que se publican. El último, el de Metroscopia para El País, que otorga una intención de voto que se traduce en PP 139 (-47), PSOE 90 (-20), IU 48 (+37) y UPyD 30 (+25).
El desgaste de los que hasta ahora eran los dos grandes partidos, PP y PSOE, pone de manifiesto la aparición de un nuevo paradigma electoral en nuestro país. Como consecuencia directa de la crisis económica, y también política e institucional, surge esta fragmentación parlamentaria, acompañada de una gran abstención electoral (estaríamos hablando del 55% de participación), producto directo de la desafección política que sufre el país.
Con este panorama, los partidos deben afrontar antes que unas Elecciones Generales, las Europeas de 2014, donde con una circunscripción única, y una mínima participación que puede rondar el 30% el resultado podría ser aun más catastrófico para los dos grandes. Está por ver si IU es capaz de aglutinar para entonces una gran coalición que involucre a otros partidos (como ya hizo en Galicia) o movimientos ciudadanos como el 15-M.
El PSOE, a la espera de la tan ansiada renovación que le pueda hacer repuntar y que sin elegir a un nuevo líder no se producirá, puede sufrir una auténtica debacle electoral en las Europeas de 2014. Ni las conferencias políticas del partido, ni la oposición ejercida por Rubalcaba, el cual es el peor valorado en las encuestas, han servido para recuperar terreno o al menos mantenerlo. En octubre, con el fin de la Conferencia Política, debe darse paso de inmediato a la renovación del liderazgo que tan ansiada se empieza a hacer.
Por su parte el PP, en una auténtica caída libre desde que ejerce el gobierno, y asediado por los casos de corrupción, solo tendría ligeras posibilidades de mejora, con algún atisbo de recuperación económica, o en especial, con un descenso del número de desempleados en España.
UPyD compitiendo en electorado, tanto con PSOE y PP, se convertiría en llave indispensable para cualquier gobierno. Cabe destacar también, el batacazo que sufriría CIU perdiendo 6 diputados, que irían directamente a parar a ERC.
En suma, los cuatro principales partidos, se repartirían los escaños que antes hacían PP-PSOE, y dibujarían un arco parlamentario donde los pactos, e incluso los gobiernos bi o multicolor se harían necesarios.