El centro-izquierda vence la primera vuelta en Roma
Esos serían los dos principales titulares que las elecciones locales celebradas entre el domingo y el lunes en Italia nos han dejado, el tercero sería el margen de maniobra otorgado por el electorado al Primer Ministro Enrico Letta, debido en parte a que el Partido Democrático (PD) no haya sufrido ningún gran revés después del pacto de Gobierno con el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y los centristas de Mario Monti.
La desafección no solo aumenta, sino que es la gran vencedora de esta primera vuelta en las Elecciones Municipales parciales en Italia (563 municipios estaban llamados a las urnas), donde la abstención ha registrado un gran crecimiento, poniendo de manifiesto la profunda desafección política existente en los países del sur de Europa y en este caso particular, en Italia.
La participación a nivel nacional ha sido del 62,38% (14 puntos respecto a la vez anterior) y en la capital, Roma, el descenso que se ha producido ha supuesto un 21% respecto a 2008, pasando del 74,49% al 52,8%, con lo que prácticamente la mitad de los romanos se han quedado en sus casas sin ejercer su derecho a voto.
Es precisamente en Roma, donde estaban puestos todos los focos, a la espera de ver si el centro-izquierda era capaz de recuperar la alcaldía perdida en 2008 a favor del neofascista Gianni Alemanno, perteneciente al PDL de Berlusconi. El primer asalto se ha resuelto a favor del candidato del centro-izquierda, Ignazio Marino (PD) con un saldo del 42,60% de los votos frente al 30,28% de su principal contrincante, el actual alcalde. Será clave en la segunda vuelta, quien consiga “pescar” tanto en los votos que han obtenido el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) con su candidato De Vito, como Alfio Marchini de Lista Cívica, que han obtenido un 12,43% y 9,48% respectivamente.
Por su parte, el M5S de Beppe Grillo ha sufrido un destacado traspié en estas Elecciones Municipales, siempre y cuando se comparen con las Elecciones Nacionales de febrero, pues cabe recordar que no existen datos de participación en anteriores ocasiones, por lo que también debemos tener en cuenta el riesgo que se asume al comparar elecciones de distinta naturaleza, en este caso unas municipales con unas generales.
A nivel general, la pérdida del apoyo del electorado por parte del M5S ha sido generalizada, entre el 50% y el 66% dependiendo de la localidad, en parte por la errónea estrategia llevada a cabo en los últimos dos meses, basada en las divisiones internas y la tozudez de Grillo por haber desaprovechado la oportunidad de acabar políticamente con Berlusconi al no pactar con el PD, en los acontecimientos que acabaron desembocando en la reelección de Napolitano como Presidente y en la formación del Gobierno de Letta. Cabe destacar, el gran varapalo sufrido por la fuerza política de Beppe Grillo en el Valle de Aosta donde también se celebraban Elecciones Regionales, pasando del 18% al 6,6% en votos respecto a febrero.
Es precisamente el PD, el que se ha salvado de la quema, pese a la decisión de Enrico Letta de formar gobierno con el PDL de Berlusconi. Parecen haber encontrado comprensión en parte del electorado respecto a la quiebra institucional que hubiese supuesto lo contrario, aunque está claro que el PD se encuentra profundamente divido por ese motivo. Además de ello, habrá que esperar a ver hasta cuándo se mantiene este pacto de gobierno, pues lo que está claro, es que quién tiene la última palabra es Berlusconi que jugará a su antojo.
De momento y en lo que se refiere a estas elecciones, el PD ha conseguido llevarse el triunfo en la primera vuelta en Roma, también en Siena donde Bruno Valentini se adjudicó el 42% de los votos y especialmente en Vicenza, donde el alcalde Achille Variati ha superado el 50% de los votos, logrando de esta forma conservar la alcaldía en primera vuelta.
En las demás principales ciudades, a excepción de las menores de 15.000 habitantes, dentro de 15 días, el 9 y 10 de junio, se decidirán finalmente, en una segunda vuelta, donde de nuevo la capital, Roma, tendrá un especial protagonismo y seguramente, también la abstención.