El PS consigue el mejor resultado en la historia de un partido en las elecciones locales y logra la mayoría absoluta en Lisboa, mientras el PSD de Passos Coelho pierde Sintra y su bastión en Oporto.
Unas elecciones locales siempre son eso, locales, pero ha sido inevitable en el día de ayer hacer una lectura del resultado de las elecciones que no sea otro que en clave nacional, y lo es, no solo porque se haya votado en este sentido, que también, sino porque además ha sobrevolado las urnas, la amenaza de un segundo rescate financiero a cargo de Bruselas.
Era la primera cita electoral desde las elecciones generales de junio de 2011, donde el Partido Socialista había perdido el gobierno luso, pues bien, dos años después de aquello, un PS renovado, tanto en líderes como en discurso ha cosechado un resultado histórico al lograr el triunfo en las elecciones locales con casi un 37% de los votos en el cómputo nacional. Por su parte, el PSD cayó hasta el 30% de los votos emitidos, en unas elecciones en las que la participación ha rozado el 53%, la menor participación ocurrida antes en unas municipales en Portugal.
Volviendo a los casos concretos por ciudades, si hay un gran vencedor de la noche electoral de ayer, ese es António Costa, que alcanzó un tercer mandato como regidor de la capital lusa, nada más y nada menos que con una mayoría absoluta otorgada por el apoyo del 51% del electorado. Una victoria la de Costa en Lisboa, que puede incluso hacer sombra al líder del PS, Antonio José Seguro.
Ahora bien, si el gran triunfo del Partido Socialista se producía en Lisboa, la gran derrota del PSD tenía lugar en Oporto, donde el candidato del centro-derecha, Luis Filipe Menezes, perdió el bastión conservador, cargando a sus espaldas durante su intervención con todo el peso de la derrota, excluyendo así de responsabilidad alguna a su partido. Fue precisamente en Oporto donde se produjo la gran sorpresa de la noche, no por la derrota del PSD, que no solo fue superado por el PS, sino también por el triunfador, el independiente y sin pasado político alguno, Rui Moreira. Mientras en Sintra, tercera ciudad más poblada de Portugal, el PSD perdía la alcaldía, quedando en empate técnico entre socialistas e independientes. De las cinco ciudades más importantes de Portugal en cuanto a población, tras la jornada electoral de ayer, el PSD solo controla ya la de Cascais.
Los socios de gobierno de Passos Coelho, el CDS, mantuvo el tipo en las elecciones, mientras que la coalición de comunistas y verdes lograba el triunfo en municipios emblemáticos del socialismo, como los de Grândola, Évora y Beja, además de conseguir una gran subida electoral.
El mapa electoral dibuja un claro triunfo del Partido Socialista, en especial en las grandes ciudades, dejando al PSD con un electorado mucho más rural. Destaca también el gran avance de independientes, lo que frena en parte lo que podía haber sido el gran triunfo del Partido Socialista, un triunfo, que por otra parte no propiciará la caída del Primer Ministro Passos Coelho y su gobierno, pero si lo dejan tocado, infligiéndole así un severo correctivo, hasta tal punto, que ya hay voces internas que demandan el adelanto del Congreso Nacional del PSD.
Resultado extrapolable a España
Deberían los partidos políticos españoles tomar buena nota de lo sucedido ayer en Portugal. Si la atención era máxima hace una semana con las elecciones germanas, no debería haber sido menos con las portuguesas, que dejan detalles realmente interesantes.
1º-La austeridad practicada por el gobierno conservador de Passos Coelho sufre un severo rechazo en unas elecciones locales realizadas en clave nacional.
2º-Un Partido Socialista renovado, tanto en liderazgo como en discurso, se ha recuperado rápidamente en menos de dos años, y logra un gran triunfo en el cómputo general de las elecciones.
3º-El descontento aun presente con las dos grandes fuerzas políticas, hace surgir independientes que logran excelentes resultados, así como la campanada en Oporto. Por su parte, a la izquierda del socialismo, la coalición de comunistas-verdes, logra también, un gran respaldo electoral y aumenta las ciudades en las que gobernaba.
Pese a la victoria del Partido Socialista, es destacable el hartazgo generalizado que existe entre la sociedad hacia los dos grandes partidos en particular, y la clase política en general, y que queda patente en la histórica abstención, estamos hablando de un participación del 53%, así como el aumento de resultados entre candidatos independientes, donde los casos más relevantes son, Oporto y Sintra.
En España tengo la impresión de que, al no haberse dado (ni parecer que vaya a darse) el segundo punto de tu extrapolación, tal vez se dé con mayor intensidad el tercero. Es decir, que se producirá un fuerte incremento de partidos de izquierda y/o «alternativos» a PSOE y PP y un duro castigo a estos dos. ¿Qué opinas al respecto?
Si, estoy de acuerdo con lo que expones. Influirá, y mucho, la forma con la que el Partido Socialista juegue con los tiempos, y hasta que punto se produzca su renovación/regeneración.
A día de hoy, tal y como están las cosas, con echar un vistazo a las diferentes encuestas, se observa una tendencia clara, el PP ya ha caído hasta la altura del PSOE, no porque este haya crecido precisamente, y por su parte IU y UPyD obtienen una gran subida.
Al igual que en Portugal, la abstención se espera alta, y en las europeas, por desgracia, estoy convencido de que la participación parecerá hasta ridícula.
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