Las primarias del PP estaban diseñadas para que Alberto Núñez Feijóo fuese designado presidente del partido por aclamación, pero la pugna por el poder abierta en estas primarias en forma de competición, han dibujado el peor escenario posible para los populares. Un procedimiento chapucero va a culminar en una batalla interna abierta por el control del aparato del partido.
En esta primera vuelta en la que el cuerpo electoral estaba formado por los afiliados, entre los cuales el resultado ha sido el siguiente: han votado 58.305 afiliados inscritos, el 87% del total (66.706). De ellos, 21.513 (36,95%) lo han hecho por Soraya Sáenz de Santamaría, 19.967 (34,3%) por Pablo Casado, 15.090 (25,92%) por María Dolores de Cospedal, 680 por José Manuel García-Margallo, 668 por José Ramón García Hernández y 185 por Elio Cabanes.
Por comunidades, Sáenz de Santamaría ha ganado en Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Canarias, País Vasco, Cantabria, La Rioja y Melilla. Mientras que Casado lo ha hecho en Aragón, Catalunya, Extremadura, Baleares, Madrid, Murcia y Navarra. Cospedal, por su parte, ha sido primera en Castilla La Mancha, Galicia, Asturias y Ceuta.
Saénz de Santamaría y Casado pasan a la segunda vuelta, en la que el cuerpo electoral varía, dejando los militantes paso a los compromisarios que acudan al Congreso. El resultado no deja un líder claro tras la victoria por la mínima de Saénz de Santamaría y el fracaso de Cospedal, la gran derrotada de esta fase, que ahora tiene en su mano apoyar al adversario de su gran rival política. Es decir, quien ahora mismo figura en segundo lugar, Casado, podría contar con más apoyos entre los compromisarios. Que el PP, firme defensor del tan veces lema esgrimido de que gobierne la lista más votada, podría decidir lo contrario en su proceso interno.
Al existir dos cuerpos electorales distintos para cada una de las vueltas que conforman esta elección primaria, puede producir tal hecho un choque de legitimidades en el resultado, pudiendo darse que el presidente final del PP, en el caso de ganar Casado, no sea el preferido por los militantes. Esta opción es más que probable, como ya se ha apuntado, la preferencia de los partidarios de Cospedal entre Casado y la exvicepresidenta Saénz de Santamaría, se decanta claramente a favor del primero.
La batalla final entre los dos candidatos será total en el Congreso del partido que se celebrará el 20 y 21 de julio. Los compromisarios, además, están repartidos en base a un censo irreal, que cuenta con más de 800.000 afiliados que a todas luces se han mostrado falsos. Pese al resultado dulce de ambos finalistas, el liderazgo seguirá en el aire durante los próximos días, mientras sobre Casado sigue sobrevolando el famoso caso del máster.
Artículo publicado en Debate21.es